Week 12 “Plantando Cimientos”
Buenos días hermanos y hermanas, me siento muy feliz de tener la oportunidad de estar aquí con ustedes. Para los que no me conozcan, yo soy el Élder Pulido. Soy de Monterrey, tengo 19 años y llevo 2 meses en la misión. Actualmente estoy sirviendo en el área de Zacatlán.
El día de hoy quisiera hablarles sobre nuestra iglesia, la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Durante muchos días, estuve reflexionando sobre qué mensaje podría compartir con ustedes, y un pensamiento constante que tuve durante esos días fue de que tan agradecido estoy de vivir en esta dispensación. Según la guía para el estudio de las escrituras, una dispensación es un período de tiempo durante el cual el Señor tiene en la tierra por lo menos un siervo autorizado que posee el santo sacerdocio. Hoy en día, el líder de esta dispensación es nuestro profeta, Russell M. Nelson. Durante el devocional del Presidente Nelson hace unos días, algo que me agarró la atención fue cuando el Presidente dijo, “les ruego a que se acerquen a nuestro Padre Celestial.” Quiero poner hincapié en la palabra “ruego.” El Presidente Nelson no nos dijo que nos recomienda acercarnos a nuestro Salvador, o que nos lo sugiere. El nos rogó. Piensen en eso por un momento. El Presidente Nelson no es cualquier hombre. Él fue un cirujano cardíaco muy exitoso, se ha reunido con varios líderes mundiales, y muchas de las mentes más grandes de nuestros tiempos. Es un hombre con literalmente más de un siglo de vida en este planeta, y nos está rogando que nos acerquemos a Dios y a su hijo Jesucristo. ¿Por qué?
¿En serio puede mejorar tanto nuestra vida creyendo en algo (o alguien) que ni siquiera podemos ver? Hermanos y hermanas, estoy parado ante ustedes el día de hoy para testificales, no como un miembro de esta congregación, sino como un representante y mensajero de Jesucristo, que sí. En serio Él es la solución a todo. Es así de simple. Me gustaría compartir una escritura del libro de mormón con ustedes, que se encuentra en 2 Nefi 1:15, y dice así, “Pero he aquí, el Señor ha redimido a mi alma del infierno, he visto su gloria, y estoy para siempre envuelto entre los brazos de su amor.” Esta escritura es básicamente un resumen de mi vida. Yo no siempre fui el misionero guapo y elegante que ven enfrente de ustedes ahorita. Mejor no les entremos en mucho detalle sobre Élder Pulido antes de la misión porque luego ya no me van a recibir en sus casas y me gusta comer con ustedes. El punto es que yo vivía muy alejado de mi Salvador, a tal punto que negaba su existencia y papel en mi vida. He visto ambos lados del velo. He visto cómo es la vida con el evangelio, y cómo es la vida sin el evangelio. Teniendo esta información, yo elegiría “con” cada vez.
Yo sé que este evangelio es la clave para la felicidad eterna. ¿Acaso han escuchado a alguien decir que están adorando a Dios demasiado? ¿A quién conocen que su vida ha empeorado cuando dieron su corazón a Dios? Somos tan afortunados para vivir en esta dispensación, donde tenemos todos los dones celestiales. Podemos recibir bendiciones de salud y de consuelo, podemos hacer convenios o promesas con nuestro Padre Celestial, podemos recibir revelación para nuestros problemas, podemos ser sellados con nuestras familias por toda la eternidad, y muchas cosas más. No puedo nombrarles todas las maneras en la que la iglesia ha bendecido mi vida, porque este discurso se convertiría en podcast. Lo que sí les puedo decir, es que el regalo más importante que nos dio Dios en esta dispensación es el Libro de Mormón.
El profeta José Smith dijo “un hombre se acercará más a Dios al seguir los preceptos del Libro de Mormón que los de cualquier otro libro.” Piensen en el mensaje del Presidente Nelson que mencioné hace poco. El Presidente
Nelson nos rogó a acercarnos más a Dios, y aquí, José Smith nos dijo que nos podemos acercar más a Dios con el Libro de Mormón que con cualquier otro libro. Quiero reflexionar sobre eso. ¿Dónde está su Libro de Mormón actualmente? ¿Sabes dónde lo dejaste? Si no lo sabes, ¿por qué no? Piensen en todas las personas que murieron nomás para que nosotros pudiéramos tener este libro hoy en día. ¿Que no fue Abinadí quemado vivo para transmitir el mensaje del Señor? ¿Y qué sobre los sacrificios económicos y sociales de Martin Harris y José Smith? ¿Cuántos hombres fueron talados por la espada para defender su religión, libertad, paz, esposas e hijos? Todas estas personas sacrificaron tanto para que nosotros pudiéramos tener este libro hoy en día, ¿y nosotros lo vamos a dejar en un estante para que acumule polvo? Me niego a creer que todas estas personas padecieron por algo que no era verdadero.
Hermanos y Hermanas, les invito a que empiecen a aprovechar los regalos que Dios nos ha dado. La tierra ha existido por miles de millones de años, pero el Señor consideró adecuado que nosotros fuéramos los que naciéramos en esta época del evangelio restaurado. Piensen en eso por un momento. ¿Por qué ustedes? ¿Por qué nos mandó el Señor a nosotros en este tiempo tan crucial? ¿Qué significa eso para ustedes? Yo sé que Dios nos ama. Yo sé que tenemos todas las herramientas a nuestra disposición para acercarnos más a Él. Yo sé que Él quiere bendecirnos. La pregunta es, ¿vamos a abrir la puerta para Él en nuestras vidas?
Les comparto este mensaje con mucho amor, en el sagrado nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.
Sellamiento de mi familia. Las familias pueden ser eternas
Spiritual Thought- Elder Douglas asked us to write a talk, but I never got to speak so I'll leave it up to you so it's not a waste haha.
*Only written in Spanish.
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